miércoles, 2 de febrero de 2011

El último barquillero

No es ninguna novedad que las cosas cambien con el tiempo, es más, la esencia del transcurso de tiempo es el cambio en si mismo....
...pero noté este verano como algunas costumbres y usos cambiaron el algún momento sin que me diera cuenta.

En mi breve paso por la costa bonaerense pude ver como algunas costumbres fueron dejadas de lado, y algunas nuevas fueron surgiendo, ya no vi mas payasos vendiendo pirulines, pistas de autitos de carrera en la arena, pocos diarieros y el viejo barquillero no aparecía por ningún lado.

Este año vi carritos que ofrecían licuados varios, el del choclo, que si bien hace unos años que está de moda, no existía en mi infancia, un proveedor de agua caliente,otro de panchos (panchos en la playa tampoco era habitual)  y uno de pochoclos que tampoco recordaba.

Se mantienen algunos clásico de toda la vida, como el algodón de azúcar, las manzanas recubiertas de caramelos, bebidas, helados, facturas, los infaltables churros rellenos y algunas lachas pesqueras que arriban por la mañana temprano.

Pero cuando ya faltaba poco para la vuelta, pasó haciendo sonar su triangulo....


tal vez algunas cosas buenas resisten el paso del tiempo, a pesar de las modas y las tecnologías. 

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