lunes, 8 de septiembre de 2014

1-2-3 va...

Cuando no me animo a hacer algo cuento hasta tres y me mando.

No sé bien de dónde lo saqué, creo que de alguna peli o serie, pero no me quiero atribuir tan ingeniosa inventiva. 

Aplica para muchas cosas ésta técnica siempre y cuando se respete la norma fundamental: cuando empezás el conteo no vale detenerse en el 2 ni quedarse inmóvil en el 3. 

1-2-3 mensaje
1-2-3 salto al vacío 

Empezar de nuevo no es tan difícil como parece, basta con contar hasta 3. 

Yo empiezo de nuevo casi todos lo días, unas veces más que otras y con mayor o menor dificultad dependiendo de la ocasión.

1-2-3 mudarse 

Ahora que tengo una ventana distinta me parece más fácil salir de la modorra diaria para hacer lo que me gusta. Prefiero despertarme con la luz de sol que se va asomando, en vez de que el pato que uso de alarma empiece rezongar en la mesa de luz. 

1-2-3 levantarse
1-2-3  renuncia 

Cuando me iniciaba en esto de cocinar era indispensable empezar todos lo días casi de cero. Abriendo heladeras para ver que te falta, consultando reservas, el menú del día y los productos fresco que van llegando. Dichosos los que pueden ir a los mercados bien temprano a elegir lo más fresco y bonito.

Las mañanas en las cocinas son distintas, se viven de otra forma. Es el momento para planificar el resto de la jornada y para crear nuevas propuestas. 

1-2-3 decidir
1-2-3 irse

Cada cocina nueva es un comienzo. Raro al principio, con dudas e incertidumbres, pero eso es la mejor parte de empezar de nuevo. 

Empezar de nuevo no es tan difícil, repito, pero nadie dice que sea fácil.

1-2-3 beso
1-2-3 sonrisas