jueves, 6 de noviembre de 2014

Una papa y una cebolla


Una papa y una cebolla que aún no se encuentran.

Una cebolla con muchas capas, muchos niveles, muchas vueltas. Un poco coqueta, un poco introvertida.

Una papa roñosa por todos lados, chueca, torcida, doblada, pero lisa por dentro.

Una cebolla que se pone triste cuando otros lloran por ella, pero no puede dejar de provocar lágrimas. 

Una papa que se cree papa, y hace uso de su personalidad. Se baña, se prepara y está lista para más.

Una cebolla que ya no llora, ya dejó de ser una, y ahora es dos, o tres, o cuatro, o varias partes más pequeñas.

Una papa que se relaja, se acuesta y se entrega. La papa también ha dejado de ser una, seguro sea en este momento varias más pequeñas, o rodajas que ruedan. 

Una cebolla que parece haber estado de vacaciones, bronceada, alegre, perfumada.

Una papa que ya se aburre de tanto descanso, y quiere rodar o dorar.

Una papa y una cebolla que se encuentran. No bailan, porque son papa y cebolla, que esperaban? 

Una papa y una cebolla que se cocinan en una sartén con aceite de oliva, porque eso son, eso van a ser.

Una papa y una cebolla salteadas con aceite de oliva, sal y pimienta.

Una papa y una cebolla en tu cocina seguro debe haber... que se encuentren más seguido depende de vos.