martes, 17 de mayo de 2011

La imaginación al poder

¿Qué cocino?

Pregunta casi cliché que se repite constantemente hasta el hartazgo para aquellos que la cocina es una obligación biológica más que momento de relax y disfrute.

Suele ocurrir cotidianamente que me pregunten o me pidan orientación sobre que pueden cocinar, no necesariamente para una ocasión especial, sino para el día al día, para esas noches  en que el retorno a casa es bastante tardío. Y lo primero que respondo es “que hay en tu heladera o alacena”.

La sensación de tener la heladera vacía es directamente proporcional al hambre voraz que no trasmite nuestro abandonado estomago.

Quedan paralizados, casi al borde de un ataque de pánico al no saber qué hacer, como salir de este embrollo, cayendo seguramente en el delivery de la esquina, corriendo al teléfono para hacer el pedido salvador….pero es lunes, tarde, casi medianoche y ya la mayoría están cerrados o ni siquiera abrieron por ser su día de descanso…el horror…

Rassurez-vouz

No hace falta necesariamente contar con una variedad gigante de ingredientes, obvio que siempre es ideal poder elegir ampliamente, pero con pocos elementos se puede hacer un plato rico y nutritivo. La premisa es combinar los ingredientes, animarse a crear, a reformular, a tratar, a intentar y sobre todo un poco de imaginación. Tal vez no se obtengan los mejores resultados al primer intento, pero la practica rendirá sus frutos.

Pensar un poco en qué tenemos, qué ingrediente nos gusta combinado con tal otro, platos que alguna vez probamos y nos gustaron, eso es lo que queremos.

Ayer llegué a casa a media noche, como todos los lunes, con hambre voraz luego de un buen entrenamiento. Y la verdad que no tenía ganas de hacer un gran despliegue, ni ensuciar sartenes.

La solución:

Olla con agua, espaguetis.

Corté una cebolla chica, la puse dos minutos con media cucharada de manteca en un bol al microondas, luego agregué un tomate cortado en cubos, un minuto más, sal, pimienta. Un sobre de kétchup que estaba olvidado por ahí, seguramente de algún pedio al Mac, media cucharada más de manteca y los espaguetis recién cocidos….



Pansa llena…sueño contento…

martes, 10 de mayo de 2011

Maldita espera...es el mejor tiempo perdido

La espera no me gusta, para nada.

El que me conozca aunque sea sólo un poco sabe que me pongo de mal humor, fastidioso, si tengo que depender de los horarios y las decisiones de otros. Esa sensación de estar a la derivar a la espera de acciones ajenas.

Una de las esperas contra la cual tenemos que lidiar habitualmente los cocineros es la llegada de los invitados, los comensales que se retrasan al tomar su lugares en la mesa, perjudicando el desarrollo, la dinámica de nuestra cena, haciendo peligrar ese delicado equilibro que hemos planificado con esmerada anticipación para que todo salga de acuerdo a lo planificado.

 Si, lo sé, puede sonar un poco maniático, neurótico y sociópata, pero necesitamos controlar esos tiempos, el orden de los sucesos, para que las acciones se repitan en los fuegos tal como las planificamos en papel.

Hoy tengo que lidiar con una de las esperas más largas, tal vez la más larga a nivel profesional,  la espera en la que todos pensamos desde la primera vez que ponemos un pie en el colegio de cocineros, el restaurant propio…

Hoy pasó de ser una simple idea, un anhelo, a empezar a tomar forma de proyecto concreto y tangible, ideas que van tomando forma concisa y que ahora reposan a la espera del momento adecuado para encuadrar.

Por delante viene mucho trabajo, concentración y energía, una apuesta fuerte, para obtener resultados concretos.

Pronto podré recibirlos en mi propio espacio, mi cocina, para compartir con ustedes….