jueves, 1 de marzo de 2012

Al horno con papas

Mucho se habla en estos últimos de cocina fusión, cocina étnica, cocina molecular y otras novedades de alfombra roja. Preparaciones que requieren muchísimo cuidado, técnicas complicadas, ingredientes difíciles de conseguir, que necesitan de mucha práctica y esmero para poder dominarlas a la perfección y lograr un plato decente.

No basta un viajecito a Europa para que vuelvas con la brillante idea de ponerte en un restaurant de tapa en Las Cañitas, seguramente a algún otro visionario ya se le ocurrió, y así le fue. Cada cosa en su lugar.
Y así con innumerables ejemplos. Esto no es tan fácil como muchos creen.

Creo que hay un plato de nuestra cocina que refleja lo que digo: Pollo al horno con papas.

Debe ser el plato más difícil de hacer. Es casi imposible dejar conforme alguien con este plato ya que seguramente traiga una memoria emotiva adosada a su plato ideal. –Que mi mamá lo hacía así- Mi abuela las papas las cortaba en cubitos-Mi tía le ponía mucho limón- y así.

Nada más complicado que competir con un recuerdo perfecto de la niñez.

De las veces que lo he hecho, nunca nadie me ha dado el Ok absoluto, siempre hay un “pero”, algo que sobre, algo que falta, un poco más de limón, otro corte en las papas, más crujiente la piel, más seca la carne, algo, siempre algo. Y aunque trate de adecuarme a los requerimientos del comensal, siempre habrá algo que no concuerde con lo que debería ser.

Nuca es lo que debería ser…

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